jueves, agosto 10, 2006

RENACER

Voy respirando como puedo, ya que estoy con problemas de respiración. Metroid ya no tiene puertas, allí se ve nuestra tristeza, nuestra desesperación. La vida dio un giro inédito, quizás solo para algunos, pero los tiempos libres ahora son vacíos, sin esos llantos, sin esas risas. Por otro lado, en mi vida de viajero, pase por las mil y un pesadillas, le vi la cara a la muerte, a aquella que reina en el dolor y la tristeza. Dejé que me golpeara, dejé que me azotará, que me muerda en mi interior, que de mi no quedó nada. Más por segundos vuelve la imagen, del amor, del odio, de la nada. Del vacío inmenso de la soledad, que no se rellenaba con nada. Allí los encontré a ustedes. Perdón, ustedes a mi me encontraron. Me tiraron de sus sogas, y del pozo me rescataron. Valientes fueron en verdad, quienes en todo me apoyaron. Muy bien merecen el nombre que tienen, amigos míos los he extrañado. Salidas ya hemos concretado, risas ya hemos ensayado. Pero su imagen del todo, de mi no se ha borrado. El tiempo me está ayudando, de una manera muy extraña. Que en momentos siento al destino, envolverme con sus lazos. Pedí a Dios muchas cosas, aún sin a él acompañarlo. Me dio tantas otras, y ahora me está mezquinando. Pero si hoy me está mostrando, todo un camino sembrado, las hazañas realizadas, la sangre que fui chorreando. Todas mis marcas se ven al sol, a carne viva las voy mostrando. Son las heridas de ese adiós, que tanto se venía postergando. Ahora entiendo Dios mío, todo lo que me has enseñado. Pero no entiendo todavía aún, el destino que me estás preparando. Porque tengo las herramientas, y las armas que mis amigos son. Pero no veo la felicidad inmensa, la que siempre he soñado. La espero, la aguardo aquí sentado, si bien yo le tendría que ir buscando. Más objeciones y obstáculos, son todos los que en el medio van estorbando. Quizás tu estés esperando, que mi rabia vaya cesando, que el tiempo sane estas marcas, que el tiempo las vaya borrando. Solo te pido una compañera, que me guíe de buen grado, que con todo mi amor se quede, que a ese amor sepa arcillarlo. Que me sea más que fiel, que encierre mi amor con candado, que me defienda con su vida, que orgullosa de mi este caminando. Yo te juro por mi vida, que prácticamente ya me la has quitado, que desvainaré mi espada y por ella la iré manchando. De toda esa sangre enemiga, que en el medio me vaya peleando, pero tu sabes bien Dios que otra vez no seré engañado. La mente ya me es distinta, por eso también he llorado, ya soy otro lobo viejo, que de todos va sospechando.
Nadie todavía cree, lo que pudo haber pasado, solo yo ahora entiendo, lo mucho que fui derrotado.
La derrota del corazón, nadie me la viene explicando, y he encontrado otros como yo, que en el camino van quedando. Ahora saco los provechos, a todos ellos a los que he olvidado, los amo a todos mis compañeros, por favor ténganme en su cuidado. Solo voy paseando ahora, disfrutando de las nubes, de los recuerdos divinos, de todos mis amigos y acompañantes. Los recuerdos de un amor, los tengo bien guardados, pero no los puedo ver, me lastiman y es en vano. Serán parte de una leyenda, de una historia, de un relato, de esos que se les cuentan a los nietos, y con dulces sueños se van de agrado. Tengo ahora una energía distinta, soy otro hombre, soy de otro material. Las balas ya no me hacen daño, y el llanto por dentro está. Las lágrimas ya no me caen por el rostro, muy gastadas todas están, más bien lloran por dentro, y me inundan en un pesar. Nadie entiende a esta vida, hasta muertos llegar a estar, todos buscan la respuesta, más yo no se las puedo entregar. Como dije estoy viajando a la tierra estoy por llegar, me despierto en el desierto sin más agua, sin más pan. Comienzo a correr frente al destino, ya no me puede ganar, mi nombre es el de aquél que se sube al león, que su lanza sale a empuñar. Fuerte, orgulloso, peleador y leal, y que siempre ha de estar. De quién siempre hay un recuerdo, de un amigo poco normal. Que daba su vida por alguien que por él no la iba a dar. Y que hoy vuelve a la tierra, la que levanta en su mano izquierda, la acaricia, la mira y sonríe, y ahora piensa, que todo el tiempo que le quede de vida, junto a quienes lo quieren lo va a disfrutar. Este regalo es para ustedes amigos, los de Metroid en general, para mi familia, mi padre y mi Dios. Que siempre todos en su recuerdo me tendrán.

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