lunes, agosto 28, 2006

Respirando del paraíso

Ya se acerca la primavera, y así, otra vez toda una gama preciosa de colores, de miradas comprometedoras, de poca gripe y de un amor intenso, raro y simpático rodeándonos.
Ahí estamos todos, es la época donde más invertimos en lo que nos gusta. Ya pasamos por el invierno que pocas veces nos dejó salir. Aquél que cuando lo desafiamos, nos atacó con su peor y más letal arma, el resfrío.
Ahora nos toca vengarnos, son tiempos de cambio. Nos animamos a mirar por la rendija, nos animamos a abrir la puerta prohibida, nos animamos a explorar, a descubrir, que más allá de ese obstáculo, una aventura nueva nos está esperando.
Para mí estas vos, esperando sentada. El sol se refleja sobre tu rostro, tu pelo negro, liso, precioso, acariciando todo tu rostro. No dejas nunca de impactarme, estas ahí, bajo un sol brillante, sin mirarme, solo pensando. Esa es tu imagen, indecisa. Dan muchas ganas de entrar en tu mundo, en tus pensamientos, en tus deseos. Sentarme así a tu lado sobre esa roca, y dejar que el sol brillante nos ilumine, proteja y acaricie con sus calurosos reflejos.
Me sonreís por un instante, y se me calma el alma. Vuelvo a creer que es realidad. Tomo tu mano y la acaricio, la oculto entre las mías. Me acerco un poco más y aproximándome a tu oído te vuelvo a repetir cuanto te quiero. Luego acaricio tu pelo, tus mejillas y te beso en una de ellas.
La luz se vuelve más intensa, los colores se exasperan, y los sonidos de la naturaleza rebotan con el contraste de aquél arcoiris. Termino de besarte, tu mano se desliza de la mía, abro mis ojos y no te encuentro. Otra vez caigo en la cuenta de que es solo un deseo, un gran anhelo.
El sol no vuelve como minutos atrás, solo quedan en el cielo nuestras estrellas. Las miro por unos minutos y pido al cielo que te guarde con toda su protección, y a las estrellas que iluminen tu camino en la oscura noche.
Vuelvo a mí, sonrío, se que estoy y soy parte de tus pensamientos. Y aunque no puedo resolver algunos problemas de comprensión, soy feliz de saber que nuestro reencuentro no fue en vano, de que descubrí nuevamente todo lo que te quiero y todo lo que te extraño cuando tengo que esperar para poder verte o hablarte.
Y así es la vida, es hermosa, dañina, peligrosa, alucinante, eufórica, incomprensible e inalterable. Y no soy capaz de olvidarte en ella, y no soy capaz de arrancarte de esta historia, y no soy capaz de ocultarte o evitarte tal como tiempo atrás.
Qué más da, así son las cosas. Tu con tu camino, dudoso, indeciso, con sueños confusos, con anhelos alterados. Viviendo tu etapa de adolescente, de señorita, de princesa.
Y yo aquí, buscando dentro de mí la parte responsable, la parte madura, buscando a la mujer de mis sueños, buscando el cariño, los mimos, el amor. Disfrutando de mis amistades, disfrutando de mis compañeros de viaje, de trabajo, de estudios. Disfrutando de mi familia, de las cosas que logré.
Deseando dentro de mi corazón, que todo lo que hice en esta vida no haya sido en vano, que los frutos enerven de la tierra, que las inundaciones paren, que los muros no se desmoronen, que las plantas florezcan y embellezcan nuestras vidas.
Que si un día tengamos el placer de juntar nuestro cariño, que sea para el bien de ambos, que sea para disfrutar de lo bonito que se siente ser querido uno con el otro, que sea para recordar de por vida, para calmar las lágrimas en los tiempos difíciles, para acrecentar nuestra sonrisa en esos momentos donde todos nos miran y no entienden, que lo que se esconde tras nuestras muecas, es un sentimiento sorprendente y alucinante. Tan maravilloso, que no importa lo que puedan opinar, el sentimiento nos pertenece solo a ambos y nosotros conocemos lo lindo que se siente tenerlo presente, vivo y ardiente en nuestros humildes corazones. Ahora un simple te quiero no sirve, no me conforma. Viajo en este momento a encontrarte en mi pensamiento, a verte una vez más dentro de mis recuerdos. A abrazarte y abrigarte entre mis brazos, y mirarte de lleno en los ojos y comprender, que dentro de ellos, se encuentra un camino dulce e imperecedero. Del que no quiero escapar, ni hacerme a un costado, sino del que quiero llenarme de felicidad y al que quiero dedicarle todo mi cariño y amor, con el corazón y el alma.


comentarios howdyanos pliss

0 comentarios: