(Currículo Vital “01”)
Los latidos cesaron, estuvo muy cerca de cambiar mi destino. Los ojos de Lucy reflejaban un mundo distinto, reflejaban un futuro posible. Si no hubiese dado el paso justo a tiempo ese colectivo la habría atropellado, y peor aún, esta historia no la podría estar contando.
Entre lágrimas de confusión sus latidos comenzaron de nuevo pero ella sentía en su interior algo que le molestaba, tiempo después le llegó la noticia. Leonardo debería nacer por cesárea.
Atrasándose unas semanas un Sábado trece de Septiembre abría por primera vez sus ojitos y al poco tiempo se cercioraron de que la cesárea era solo una advertencia de un futuro con obstáculos. Eso sí, con obstáculos frecuentes (jeje).
Ningún médico podía curarlo, nadie allí sabía como frenar su enfermedad, como aconsejar, como consolar a la preocupada Lucy. Su pequeña criatura no paraba de vomitar y un signo de mucha pelusa sobre su nuca determinaba un mal poco frecuente en nuestro universo. El mal de la “Pata de Cabra”.
Era una familia de cuento de Disney, estaban los que sobrevivían, los que safaban, los que se hicieron exitosos en los suyo y todos, todos juntitos formaban una familia que en las fotos no se percibía signo de problema alguno.
Pero el destino es asesino, el destino está ahí, siempre espiándonos, poniéndonos pruebas. Los humanos caminamos todos los días sobre una soga que poco a poco se va haciendo más finita y si logramos safar de que no se rompa, volvemos a caminar sobre cuerda una vez más.
La cuerda se corta, comienzan los problemas, mientras de pequeño estudiaba en un instituto privado con algunos problemas de fe, con una lengua que no gustaba callarse y ganándome el apodo de niño accidente, el ambiente se iba preparando para la ruptura.
Si, los años pasan volando, y cada vez nos cuesta más recordar como fueron las cosas, sobre todo cuando esos recuerdos no nos gustan, ni tampoco las decisiones de los mayores a quienes tenemos a cargo. En mi cuestión personal, a veces no puedo diferenciar entre recuerdos, historias escuchadas y mi propia fantasía uniendo ambas, por lo tanto puedo decir que cualquier historia que uno narra tiene un poco de todo y de esa manera no es un cien por ciento fiable. Pero al mismo tiempo es una recopilación fantástica que denota lo que los recuerdos de un niño van logrando mientras que este crece, las cosas que ama, las cosas que odia, y aquellas que lo siguen lastimando.
De un día para el otro me di cuenta que habían familiares que había dejado de ver, y cada vez que ellos, los mayores, tocaban el tema, por una razón u otra yo no estaba en esos círculos de información, pero mi hermana Laura si participaba.
Niños como yo nos escondíamos en el mundo de fantasía, nos encanta entrar y salir de él cuántas veces queramos, y eso es gracia a los creadores de dibujos animados, video juegos y cosas aún más y más asombrosas, ellos son la excusa para que podamos escapar de la triste realidad que las historias van desencadenando.
La mente de un niño funciona como una bomba de tiempo y sus preocupaciones son aun mayores que las de un adulto ya que el niño se preocupa por todo lo que no conoce y atemoriza el hecho de llegar a ser adultos y repetir los mismos errores, en cambio una vez de grandes, conociendo más y más de la vida, contaminando más y más nuestros corazones, seguimos equivocándonos nos auto generamos problemas ya que somos incapaces de poder intentar vivir en paz y sin remordimientos.
Me río al escribirlo, porque este es un tema que parece identificarme e identifica a muchos de los que conozco. Tengo ganas una vez más de liberarme de esas preocupaciones y escapar a lo que más quiero, y no se porque miro tu rostro, y no se porque disfruto contigo de una tarde soleada con mucho verde, con muchas risas. Los deseos de niño vuelven otra vez:
-Cuando sea grande quiero tener una familia, mantenerla, criar a mis hijos con mucho amor y demostrarles que se puede vivir siendo felices ( 12 años de edad).
1999-2000, el gordito inteligente termina la secundaria y va a emprender los años más difíciles, y llenos de intrínsecos sentimientos de toda su vida.
Ya había perdido amigos, sumado accidentes a su lista e incluso había aprendido a enamorarse sin ser correspondido, también comprendió que sus padres no eran el modelo perfecto para hablar de temas como: Mamá, papá, que es hacer el amor?
Y también se sentía autosuficiente como para decir que no había prueba eficiente para él sobre las verdades o mentiras que puedan salir de la boca de cualquiera de ustedes.
Supongo que mi mentalidad creía que era superior a la de la línea media, también estoy seguro que en esos momentos tenía terror a relacionarme especialmente con el sexo femenino, pero afortunadamente ese miedo desapareció rápidamente.
Que buenos momentos, no puedo dejar de recordar, imaginar y recrear situaciones dentro de mi cabeza.
El niño accidente una vez más se despide, después de mucho tiempo sin decidirse a estancar trasero sobre el ordenador.
Espero hayan tenido otra buena leída.
01/12/2007
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