martes, febrero 15, 2005

( Leonardo Escobar )


¿ Cómo decir quien soy en pocas palabras?¿ Cómo no molestar con algún que otro pensamiento vanidoso? ¿ Cómo poder decir y hacer sin sentirme herido o tocado de cerca?
Quizás es un error comenzar por describirme y abalarme, criticarme y elogiarme.
La vida de este muchacho no comenzó mucho tiempo después del momento ideal para ser parido, ya que ineficientes actos de la vida cotidiana dieron un giro al destino que llevó arraigado con el resto de sus días.
Una cesaria optimista, una vida con un padre que fue visto poco a comparación del resto de la gente ordinaria y una familia que sufrió grandes cambios afectivos a lo largo del tiempo.
Nació en este contexto, con una tía que lo cuidaba muy bien mientras era muy pequeño y que lo seguía visitando y dando afecto mientras entró en la adolescencia. Los otros parientes vecinos y no vecinos tuvieron como en la mayoría de las historias no felices, un desliz. Unos por acá, otros por allá, y como el destino lo quiso, vivió encerrado como entre 4 paredes con límites afectivos.
Un cerebro cargado de responsabilidades e ingenio desde muy chico. Los conocidos idolatraban su manera de hablar, de relacionarse, de responder a los cuestionantes y problemas cotidianos. Estos lo comparaban con su padre en igualdad física cosa que a él siempre lo molestó. Siempre fue muy orgulloso, subestimaba a sus amistades y así perdió varios seres queridos.
Su destino amoroso nunca lo ayudó demasiado, las oportunidades rechazadas, preferidas a la perfección por un capricho absurdo, hicieron frustrante cada situación, cada momento amoroso y enamoradizo, convirtiéndolo en frustrante y triste.
Este es Leonardo Escobar, tan irónico, tan callado, puede que un buen hombre, pero dentro de sus silencios y momentos, planea la venganza venidera por donde nadie oye.
Desconfiado de muchos, tiene en vista a cada uno y no deja de acumular imágenes, sonidos, frases hirientes. Contaminándose de venenosos pensamientos y rencores, día a día, vuelve a arrepentirse de cuanto puede y se disculpa solidarizándose en cierto sentido con el respeto y los buenos consejos.
Escritor frustrado. Leonardo siempre supo bien que la escritura sería una buena vocación, pero lo acompañó el miedo a ese simple fracaso, un libro criticado y visto de malas críticas. Prefirió los estados contables, a sus amigos los números, a su computadora santa y bendita, y a este exilio prisionero y maravilloso. En donde en noches como esta, demustra sus pensamientos más hirientes y pide una disculpa al mundo, y si existe un Dios, a él también.
La escritura para él, un momento de relax, de hobby. El momento de uno, el momento de filosofar, de dejarse llevar por la intuición, por el sueño del conocimiento.
Hoy odia a su destino nuevamente, pero lo abraza para sobrevivir mañana. Dejó su sentimiento más profundo, guardado en un cajón de recuerdos para levantar vista y seguir en marcha, por un sendero de humo y a falta de pulir.
Sabe dentro de si, que es débil sentimentalmente, que el amor en él, es su vulnerabilidad más temida y más osada. Que con ella llegó a soñar e imaginar los mejores futuros, y por ellos y su ambición también perdió todo lo que tenía planeado.
Pero eso, y reiteradamente, le dió paso a un costado. Ahora sueña con volar más alto, llegar a los lindes de la sabiduría y con ella y el tiempo que le falte emplear en vida, disfrutar de los manjares que todavía ella le tiene preparado. Porque no hay nada mejor, que seguir bebiendo los goces del río de la vida, con ellos llenarse de experiencia, sabiduría y lujos, y hacer de esas experiencias, un sin fin de anecdotas para luego ser llevadas a los mortales que todavía no las conocen.
Da gracias a los libros, a los cuentos, a sus escritores. Da gracias a quiénes lo escuchan, leen e intentan comprender. Da gracias a los que lo traicionaron, mal dijeron y mal pensaron. Porque todos ellos hicieron parte de su ser al que ama y odia por momentos, del que vive y muere, del que se alegra y se entristece, del que ríe y llora.
Leonardo Escobar es un simple conjunto de pensamientos confusos. Todos sus escritos lo llevan a soñar y su daimon lo ayuda a divagar por los pasillos incontables de los campos verdes en las alturas de las puertas del Olimpo.
Suspirá por cada frase creada, y odia cada falta de argumento o exageración de los mismos, cuando hacen de sus proyectos aburridos.
Pero en fin, es un buen tipo, lleno de amigos y conocidos, de aventuras e historias, de amores y golpes, de heridas y curaciones, de magia y talento. Y sin más criticarlo, es dueño de su destino, de sus pensamientos, y con eso juzga que todo está bien.


Captain Howdy

15/02/2005

2 comentarios:

GISOFANIA dijo...

Oh, captain, my captain: imagino ese barco que es su vida a merced de las tormentas repentinas; lo imagino a usted erguido frente al timonel, asumiendo el desafío de la resistencia; imagino las velas desplegadas en momentos de calma y a usted con una sonrisa plácida en medio de su mundo construído de escepticismos, apariencias oníricas y deseos de protagonismo trágico. Sus arrebatados relatos me inspiran imágenes intermitentes...
Imagino, quizás por eso que decía Baudelaire: "la imaginación es la actividad filosófica por excelencia". Gracias por haber irrumpido en mi cielo... Minne

Anónimo dijo...

creo que tu vision de quien sos te define como un poeta empedernido, dis tus escritos son exelentes, un dia yo te muestro los mios pero no se comparan, sos un talentoso y yo que tambien escribo, es una muy buena forma de desahogarse y expresar sentimientos sin tener necesidad de lastimar a nadie, bueno capitan, lo dejo y despues hablamos besos!!