martes, abril 12, 2005

(El Oraculo)

4 Situaciones distintas.
Estaba todo jugado, las cartas extrañas estaban dando vueltas en las sigilosas manos de Evelyn Lucía Carral, una gran amiga mía. De pronto reíamos, charlábamos mucho sobre nuestras vidas, nuestros pensares. Realmente la considero una gran y mejor amiga.
-Dale, ahora cuando más lo sientas decime Tarot.- Dijo mi amiga con gran seriedad.
Mi sonrisa, no puedo olvidarme nunca de las imágines que el Much Music mostraba de una señorita jóven tirando el tarot por teléfono, que ridiculez.
Las cartas no fallaban mucho, había realmente una persona que se intrometía en mi vida y a la cuál odiaba, aparecía yo dentro de un castillo tapado por otras cosas (cartas) que mostraban que estaba muy aferrado a mis principios y que estos no me dejaban saltar y dar ese gran vistazo a toda la vida que me rodeaba.
Y ella me repetía:- Vez, sos vos el problema, tenes que empezar a cambiar Leo.
No respondo. Pienso, sonrio y me entristezco, no sabía como seguir mi pensamiento, preguntaba por quienes más amaba y ahora si hago fuerza por recordar, saco algunos datos que en ese momento Evelyn estaba dispuesta a darme.
Tomábamos gaseosa cola, su madre siempre me trataba muy bien y puedo recordar tantas cosas que sucedieron con relación a mi amiga Evelyn, realmente puedo recordar muchas cosas.
Siempre me cuelgo ¡Acordate, te voy a llamar! Cosa que muy pocas veces hago, la tengo olvidada, la quiero tanto y se que pronto la veré. No se cuando, pero la veré, tengo tantas cosas por contarle.
Si pudieras recordar Evelyn, aquel día que nos citamos, peléandome con mi madre para poder llegar a tiempo a verte. Aquella corrida veloz por las escaleras, aquel golpe en la terraza, mi caída insonora, la sangre en mi mano, mi desesperación, otra anécdota accidental más. Sonrío recordando esas situaciones, soy un desastre.
Pensaba en tiempos en ponerte en un capítulo, o sino agradecerte todo tu oido en alguno de mis libros, cosa que nunca pude hacer hasta ahora. Por eso esta dedicación, me parecía necesaria, se que pronto te llamaré y si no es hoy, el destino de nuestro oráculo lo sabrá.
Mar del Plata, años atrás. Morena sabía donde vivía la bruja. Morena caminaba todos los días sola por la playa y tenía una vida desconocida y sin mucha importancia para los ojos de mi primo y míos.
En esa época, mi padra yacía accidentado, el corazón de mi familia destrozado por la catástrofe y yo en la costa, en la bendita Mar del Plata.
Llegastes y distes buenas nuevas, pero con sacrificio. La bruja te había dicho algo bueno y algo malo, soy malo para recordar en este momento. Por un lado, la cura de mi padre estaba muy lejos de lograrse, pero habían ciertas probabilidades de éxito, y por otro lado, ella te sedujo con sus poderes ancestrales y te puso una buena tela de juicio para mi futuro.
¿Quién te cree a tí ahora, sos otra bruja de una época más moderna? También en relación con mis parientes Olivera. Llegastes de manera cómica a mi vida, tocastes mi frente, te creístes ser el pastor ......." " y planeastes un maravilloso destino para mi, te odio.
Recuerdo bien tu entrada, sabía que eras la bruja de la que se hablaba en vos baja y que a nadie importabas. Una noche en lo de mi tía Eva te escuche nombrar, razoné que pronto nos visitarias, y que se creía que eras hacedora de buenas bendiciones y predicciones. Malditos brujos.
Llegastes en el auto de mi madre, un mulato te acompañaba ¡Flor de show! Una señora mentirosa con su perro a un costado ¿ Lo alimentarías adecuadamente me pregunto?
Bajastes, mi madre abrió la puerta e ingresastes. Respirastes profundo, dijistes un par de estupideces y me mirastes a mi:- ¿ Este es su hijo más pequeño? preguntastes.
Levantastes tu mano, me preguntastes si era cristiano, me pedistes que cierres los ojos, pero sin hacerte caso del todo te observe por un pequeño agujero. Maldita mentirosa.
Con pocos datos armastes una buena oración, de seguro mi madre y mi tía te habrán dado información por la cuál tomastes de interesante para poder mentir y tocándome la frente repetistes las estupideces que más odio decir de alguien que no me conoce siquiera un mínimo.
-¡Si! Este chico está triste, no tanto como sus hermanos. Es un triunfador, es una persona muy inteligente y tiene ayuda del más allá en cuanto a la formulación de sus escritos y pensamientos.- Habló en vos alta la señora bruja.
Por Dios y la virgen, ojala existan. ¿ Cómo te vas a deleitar a creerte tan inteligente para llenarme la cabeza y decirme que soy una suma de mi esencia y la vida extraterrestre? Te odio.
Dijistes que purificastes mi casa, el bar, que el mismo último tenía hecho un trabajo maligno que alguien había preparado.
No eras más que una predicadora de recursos que nosotros mismos te habíamos dado como presuntas creencias nuestras y desconfianza acumulada de los ajenos a nosotros. Por eso te repito, te odio ahora que te recuerdo.
Ana. Amiga, lectora mía, buena señora y un poco madre. Supistes llegar de a poco a mi cerebro y aconsejastes en cada momento que no me rindiera y que me dedicase a conseguir trabajo como data entry. Habristes esa brecha en mi que quiere conseguir empleo y ahora me felicitas por estar de novio, lo que tanto ansiaba y deseaba.
Noche en ciber de Pablo. Estabas siendo observada por todos, todos querían que seas su predecedora del futuro, su bruja, su oráculo.
Las cartas de un diario conocido se mezclaban en tus manos oscuras. Pronto solo nos contarías aquellas cosas buenas que pudieran salir mostradas, ya que las malas noticias nunca nos quisistes hacer llegar.
Veo en ti sinceridad, aunque pienso que muchos desconfiaban de tus predicciones. Puedo creer todavía que siempre nos quisistes hacer un bien, y a mí me predijistes muchas cosas. Soy un tonto enamorado del destino, al cual odio.¿ Suena contradictorio verdad?
Una rubia, una morocha, una colorada. Mucha suerte a mi parecer. No sabías bien en que tiempos estas personas aparecerían en mi vida, pero a las personas que tenía en vista en ese momento, no figuraron como las cartas lo requerían en mi vida en aquel momento.
Eso si, la morocha estaba, dijistes muchas cosas de ella, más que nada dijistes que no le daría espacio en mi vida sentimental en el momento exacto, que todavía no le daba ojos como ella quería. Y reflexionando con tantas cosas que me han pasado, tenías razón, en aquel momento en el que le debía entregar un espacio a mi corazón no lo hice, y esperé demasiado para hacerlo. Demasiado tarde.
No puedo recordar cada jugada de cartas que me tirastes. Se que muchas cosas dijistes en verdades y pasaron y me avisparon la mente. Nunca sentía algo tan real como desde la vez que mi amiga Evelyn lo hacía.
Si tuviera que pensar en una rubia y una colorada, es historia del momento. El amor de mi vida, y su amiga. Si realmente ese es el destino que me persigue y rondará por el resto de mi vida, bienvenido sea.
Ahora Ana, mucho hemos hablado, te quiero como una gran hermana mayor, o mejor como una cuñada. Ja ja, usted es una gran persona, y a pesar de los malos momentos que trae la vida, ahora descubrí que siempre hay una pizca de posibilidades en donde uno puede cambiar esa tristeza por una gran alegría. Sonría Ana, la vida le tiene por regalar muchos días más para ver, oler, sentir, escuchar y tocar; y creo muy profundamente que de a poco esto usted lo podrá experimentar con un poco de autoestima. La quiero mucho, su paciente de oráculo preferido, Leonardo Escobar.






12/04/2005

1 comentarios:

Anónimo dijo...

leo:
mi amor! viste que vos escribis mejor???? jamas siquiera podria imaginar ecribir tan bien como vos, tengo el novio mas maravilloso de todos señores y me ama! como dejar de agradecer eso?
quiero q sepas q sos el amor de mi vida q te adoro y q espero no perderte nunca xq te amo demasiado, nos vemos besootes