viernes, abril 15, 2005

Mirar atrás al Bajar °°°°

La lluvia cae sin remordimientos ni caprichos. La historia comenzando, los pájaros ocultos dentro de sus nidos en los regocijos más profundos de los árboles, las arañas se esconden dentro de la humedad de su red y los perros más cariñosos duermen en sus cómodos almohadones mientras muchos reposan al costado de la tibia estufa viendo televisión, duermen siesta escuchando el llanto lunar o escriben poemas de amor, de odio, y recelo. El cielo me tiro una indirecta mientras dormía anoche pero no la había escuchado. Desperté.
Movimiento desesperante, enredadizo y molesto. La sintonía de mi FM... no era de quedarse estable por mucho tiempo, y mil y una posiciones distintas practicaba para hacer de mis brazos una antena de radio.
Suelto el fierro de metal, agarro el fierro de metal. La señora deltante mio tenía cara de me bajo mucho después que vos, y el señor que venía detrás dormía muy profundo como para esperar que se levantara y marchara pronto.
Imágenes suspicazes, calculé como de costumbre las posibilidades de viajar sentado y por eso elegí a todos aquellos de la fila que se sientan solos, donde había menos aspirantes a descansar nalgas.
Maldito 155 como te odio. Pensar que nunca me gustó tomar este colectivo y lo tendré que hacer habitue para poder ver a mi nuevo y más maravilloso amor. De repente, parada. El chofer preguntó si podía cerrar la puerta, y como 7 u 8 personas subieron al maldito colectivo.
Izquierda, derecha, diagonales, detrás mío. El colectivo desvordaba de gente y cada vez más incómodo era encontrar esta radio que tanto me gusta.
Con una mano y muy incómodo no dude en sacar tu asombroso escrito, espectacular, dulce y muy muy tierno. La chica de mi izquierda me mira sorprendida y confusa, mientras canto un inglés en bajo tono y leo aquello que tan feliz me hizo. Tus palabras, todo tu amor, te amo, te necesito, y aunque nos acabamos de ver, te extraño.
Adoro tus besos, tus caricias, tus abrazos, tus susurros al oido, tu hermosa y tan inconfundible maravillosa sonrisa, tus brillantes e intimidantes ojos, el sonido espléndido y romántico de tu voz. Toda tu persona, todos tus pensamientos, todas tus historias, todas tus diabluras, todo lo tuyo, vos entera.
Luego de un tiempo con cara de felicidad recuerdo¡ Oh, estoy adentro del colectivo! ¡ Ese señor me mira raro!
Jeje, me rescato de la situación por segundos, no puedo dejar de recordarte, falta poco para el descenso y estoy completamente atrapado en una trampa humana. Espero que te hayan gustado las rosas, se que te gustaron. Espero que te haya gustado verme, se que te gusto. Espero que te hayan gustado mis besos, se que te gustaron. Espero que prosigamos, nos sigamos amando cada vez más, y está historia nunca acabe, es tan mágica, tan fabulosa y tan estúpida para los ojos ajenos.
Perdí una gran importancia en el presente fuera de nuestra relación. Realmente te ascendí a un escalón muy pero muy importante como pilar de mi vida, y ya no puedo bajarte de un empujón así como así desde tan alto.
¡Uy°, casa! Caminá, caminá, caminá, permiso, permiso, permiso. Salté un par de bolsos, pise un par de pies y codeé un par de soñoritos y señoritas, pero al fin llegué más rápido que veloz al final del pasillo del 155. ¡Parada!
Una vez abajo, me reconcilié con mi amiga la radio, caminé hasta el cyber, saludé a los conocidos y me fui a pegar leída al estudio. Aunque no es lo mismo, no es lo mismo, luego de esa tarde, todo para mí volvió a cambiar, todo cambió, te siento más mía, te siento parte de mí, te amo.






15/04/2005

0 comentarios: